El presidente Javier Milei arranca hoy la segunda mitad de su mandato con un respaldo electoral que semanas atrás parecía inalcanzable. La victoria de este domingo no solo le inyecta aire político, sino que le otorga margen de maniobra —al menos por unas semanas— en el frente financiero y cambiario, permitiéndole relanzar la gestión con mayor solidez.
Los mercados anticipan una respuesta positiva: se espera una jornada de calma en el dólar tras semanas de volatilidad intensa, y las acciones argentinas en Wall Street ya celebraron el triunfo libertario con subas de hasta el 35% en la previa a la apertura.
LLA se impuso al peronismo por un punto en la provincia de Buenos Aires

1. Estabilizar la economía: el dólar y el día a día
El primer gran desafío de la Casa Rosada es contener al dólar y definir el futuro del esquema de bandas cambiarias, que muchos analistas dan por agotado. Paralelamente, el Gobierno deberá implementar mecanismos para atender la microeconomía y las necesidades cotidianas, evitando que la euforia electoral se diluya en la realidad de los precios y el consumo.
2. Renovación del Gabinete: tres casilleros urgentes
Tras el festejo en el búnker del Hotel Libertador, Milei enfrenta días intensos en lo político. Lo prioritario: anunciar cambios en el equipo. Con las salidas confirmadas de Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa) —ambos triunfadores en CABA y Mendoza—, y el alejamiento de Mariano Cúneo Libarona (Justicia), hay al menos tres vacantes por cubrir.
Aunque no se descartan más ajustes, el triunfo electoral aplacó internas que auguraban una renovación más profunda, dando al Presidente mayor flexibilidad para armar un gabinete cohesionado.

3. Diálogo con las provincias: puentes inevitables
El tercer frente es recomponer relaciones con los gobernadores, un terreno incómodo para el oficialismo. Con el recambio legislativo del 10 de diciembre, La Libertad Avanza (LLA) ganará músculo en el Congreso, pero necesitará aliados para avanzar en reformas pendientes.
El colapso total de Provincias Unidas allana el camino, abriendo puertas a potenciales socios. Milei lo sabe: no solo debe cumplir con las sugerencias de su aliado Donald Trump, sino también revivir la colaboración que en el arranque de su gestión impulsó la Ley Bases.
En su discurso del domingo, el Presidente mostró gestos sutiles de apertura al diálogo con las provincias, aunque dejó claro el límite infranqueable: Fuerza Patria. Con las urnas de su lado, Milei inicia esta etapa con más herramientas, pero los desafíos económicos, políticos y federales demandarán pragmatismo para no dilapidar el capital ganado.

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