Por Leo Lettieri
El texto oficial aún no pisó la Legislatura, según confiaron a Monte al Día fuentes parlamentarias. Sin embargo, la sola presentación ya encendió alarmas.
Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes y referente de La Cámpora, disparó en una reunión posterior al anuncio: “No hay un solo número del Fondo de Fortalecimiento Municipal”. El mensaje fue directo al corazón del kicillofismo.
Máximo Kirchner, desde la presidencia del PJ provincial, respaldó la ofensiva el domingo en una entrevista: “Los presupuestos siempre se modifican. El de Kicillof no será la excepción”.
En medio del fuego cruzado, el Frente Renovador de Sergio Massa se ofrece como bombero. Fuentes massistas aseguraron a este medio que trabajarán para “construir puentes” y garantizar la sanción de las tres leyes, priorizando “el funcionamiento de la Provincia y los municipios”.
En Gobernación asumen la doble presión. Por un lado, la oposición; por el otro, la prueba de fuego interna. El Fondo de Fortalecimiento Municipal es el nudo gordiano: su creación depende del endeudamiento, y los intendentes no están dispuestos a firmar un cheque en blanco.
Peronismo fracturado: derrota legislativa e incertidumbre rumbo a 2027
Bajo la mesa, se negocia otro botín: vacantes en la Justicia, sillones en el PJ y bancas legislativas. El Presupuesto no es solo plata; es poder.
La pulseada define liderazgos. La Cámpora acusa al kicillofismo de avanzar en soledad; Kicillof necesita mostrar músculo para no quedar como un gobernador sin tropa. En el horizonte, 2027 ya asoma como la próxima estación de esta guerra sin cuartel.
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